lunes, 3 de noviembre de 2008

Ascensión al Pico Ocejón

Provincia:Guadalajara.
Comunidad Autonoma:Castilla la Mancha.
Fecha:3 y 4 de Octubre del 2008.

Fue a lo largo de una de las conversaciones telefónicas que sostuve con Juan Antonio en relación con los últimos flecos de la expedición al Kilimanjaro, cuando me comentó el plan para ascender el Pico Ocejón situado en la provincia de Guadalajara. Como otras veces me mostré dispuesto a ello. Inicialmente existían dos posibilidades; desplazarnos el viernes y dormir en la zona antes de realizar la subida del sábado y una segunda posibilidad que era desplazarnos y subir el mismo sábado. Finalmente se impuso la primera opción ya que se pudo encontrar alojamiento en la zona.
Fue así como el viernes día 3, a las 18,20 horas se acercó por casa, a recogerme Javier, el amigo de José Luis. Nos encaminamos en dirección Madrid donde primero pasamos a recoger a José Luis y a continuación a Antonio. Una vez que estuvimos los cuatro nos dirigimos hacia Guadalajara a través de la R-2. Al finalizar esta radial la dirección emprendida fue la de Jadraque donde no llegamos a entrar desviándonos en dirección Tamajón, por donde sí pasamos, y luego hacia Campillejo que también atravesamos. De esta manera nos situamos en las inmediaciones de Campillo de Ranas y a unos dos kilómetros antes de llegar a este pueblo vimos el desvío a la casa rural en la que íbamos a pernoctar, se llama La Teja Negra.
A las 20,30 horas nos encontrábamos en el corazón de los llamados pueblos negros. El motivo de esta denominación es sencillo y lógico; resulta que la inmensa mayoría de las edificaciones en la zona están realizadas con piedras de pizarra; este tipo de piedra se encuentra por todos lados y es el elemento más fácil y abundante de conseguir para la construcción.
Poco a poco fuimos llegando todos los participantes, el último Manuel que se había equivocado de lugar visitando el famoso hayedo de los Tejares Negros. De esta manera nos distribuimos en dos habitaciones, en una de ellas, de cinco plazas, durmieron Alfonso, Elena, Javier( el sobrino de Alfonso), Manuel y su amigo Javier.
En otra habitación, de ocho plazas, nos metimos el resto, es decir, Juan Antonio, José Luis, Carlos ,Fernando, Antonio, Javier, Ángel y yo.Las camas son literas para las que te suministran una sábana bajera y un edredón.
Después de alojarnos bajamos a cenar y a su término nos reunimos en una zona de estar para charlar sobre el recorrido del día siguiente y lo que faltaba por preparar para la Media Maratón del día 19. Mientras debatíamos lo anterior hubo dos personas que se quedaron dormidas. A las 24 horas nos fuimos a descansar.
Amanecimos a las 7 de la mañana y tras asearnos y vestirnos bajamos a desayunar, eran las 7,30 horas. El desayuno estuvo bien pero le faltaron algunas cosas que no pudieron preparar por la hora temprana en la que lo realizamos. Finalmente a las 8,15 horas iniciábamos el camino en un día que se aventuraba iba a ser bueno climatológicamente hablando ya que estaba despejado de nubes; acertamos en esta previsión. La cota del punto de salida fueron 1210 metros.
Al salir existían dos posibles caminos, uno bajando hasta el pueblo de Majalrayo y otro a media ladera sin necesidad de perder esa altura; elegimos esta segunda alternativa. A los cinco minutos nos encontramos frente a una finca que tenía abundantes paneles de abejas por lo que nos vimos obligados a rodear el lugar por la parte alta de la misma atravesando unos parajes llenos de jaras. Así continuó el camino durante una hora y media en la que fuimos subiendo pero de manera suave por una senda con buen firme.
Hicimos dos paradas, una a las 9,15 y otra a las 10,20 horas
Siendo un poco después cuando Alfonso decidió volverse ya que estaba recientemente operado de varices y aun tenía los puntos, no le interesaba forzar la situación realizando toda la subida. Fue a partir de este momento cuando la pendiente se hizo mas pronunciada y el firme del suelo cambió a peor con numerosas piedras.
La vegetación del terreno también fue cambiando y se trasformó en un robledal de unidades no demasiado gruesas. Paramos una tercera vez antes de llegar a la cumbre del pico. La parte final, sin ser demasiado pendiente presenta la dificultad del terreno, hay numerosas y angulosas piedras que hacen complicada la ubicación de los pies a cada paso. Finalmente a las 12,15 horas alcanzábamos la cumbre haciendo una cota de 2140 metros. La diferencia de nivel salvada había sido de 930 metros en un tiempo de cuatro horas. Al igual que otras muchas, esta cima tiene construido un vértice geodésico, plataforma de cemento con un cilindro vertical de 1,20 metros de altura. Estuvimos durante media ora comiendo lo que habíamos llevado, haciéndonos las fotografías de grupo y recreando nuestras vistas con el amplio paisaje que se observaba. Junto con nosotros también había otros grupos que habían tenido la misma idea.
A las 12,45 horas iniciamos el descenso. Ni que decir tiene que se realizó más rápido que la subida por motivos evidentes a los que hay que añadir el hecho de que habíamos quedado a comer en la casa rural y no convenía llegar demasiado tarde. Durante el descenso nos fuimos cruzando con mas gente que iba subiendo.
A mitad del descenso imprimimos un ritmo mas vivo para conseguir lo anterior y de esta forma a las 15,10 horas llegábamos a la casa rural. Fueron dos horas y veinticinco minutos los empleados en el descenso. Otro dato de posible interés es la distancia recorrida que fue de 20 kilómetros.
Pasamos al comedor donde repusimos energías (judiones de La Granja con callos, filete con patatas y Mouse de melocotón) y después de cambiarnos, algunos se ducharon, emprendimos el regreso a Madrid; eran las cinco de la tarde.
El vehículo en el que yo iba hizo el recorrido a la inversa del de venida y fue dejando a la gente de esa forma, primero Antonio, después José Luis y finalmente yo. A las 19 horas entraba por la puerta de casa dando por finalizada esta nueva marcha de montaña.



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