miércoles, 22 de julio de 2009

ASCENSIÒN ALPICO COSTA CABIROLERA













MONTAÑA, PICO COSTA CABIROLERA (2.604 METROS). SIERRA DEL CADÍ MOIXERÓ, BARCELONA, COMUNIDAD CATALANA. 17, 18 Y 19 DE JULIO DEL 2009.


Acomete, la FEMAD-SEMED, en pleno verano, la ascensión al pico más elevado de la provincia de Barcelona, Pico de la Costa Cabirolera. Ubicado en el Parque Natural del Cadí Moixeró (creado en el año 1983).

Este parque comprende el conjunto orográfico prepirenaico integrado por las sierras de Cadí y de Moixeró, el macizo de Pedraforca y gran parte de los de la Tosa d’Alp y Puigllançada. Su superficie se reparte en tres comarcas limítrofes, el Berguedà, el Alto Urgell y la Cerdanya. Las dos grandes cordilleras de Cadí y Moixeró, unidas por el puerto de Tancalaporta, forman una impresionante barrera montañosa, que se alarga de poniente a levante en una extensión de unos 30 Km., en la línea divisoria de las aguas de los ríos Segre (Cerdaña y Alto Urgell) y Llobregat (Berguedá). Sus laderas, especialmente las de la vertiente norte, forman abruptos acantilados de paredes casi verticales y valles profundamente encajados.

La vegetación es excepcional, ya que las bajas temperaturas y la humedad favorecen la aparición de especies inhabituales para la zona mediterránea. A nivel de curiosidad y respecto del motivo por el que este pico se denomina Costa Cabirolera, decir que gente de la zona nos comentó que proviene de dos palabras catalanas; la primera, costa que significa pedrera, y la segunda cabirolera cuya traducción es la de corzo, el animal de la montaña. Uniendo ambas palabras quedaría como pico de las pedreras de los corzos.

Por otro lado y también sobre este tema nos dijeron que los leridanos le denominan pico del mediodía por la forma en la que le da el sol a esa hora.

Salimos, el 17 de Julio de Madrid con destino al pueblo de Martinet, Cadì Moixero un grupo formado por 16 personas. (Discapacitados físicos, amputación de pierna y brazo, cuatro; discapacitados visuales ciegos totales y parciales cuatro; crónicos, dos y guías siete.)

El trayecto seguido para llegar a la zona del Cadì a la que íbamos se resume de la siguiente manera: salimos de Madrid , hasta Zaragoza, pasamos por Lérida dirección Seo de Urgell y Puigcerdá y aproximadamente a unos 20 kilómetros antes, encontramos la pequeña localidad de Martinet, eran las 21,15 horas, habíamos tardado 7 horas en realizar el camino.

Lo primero que hicimos fue cenar en el restaurante “Boix” ubicado en ese pueblo; la cena estuvo muy bien, buena y abundante. Una vez reunidos todos y finalizada la cena emprendimos el camino hacia el refugio en el que íbamos a dormir, el Prat D´Aguiló. La distancia de subida es de unos 15 kilómetros y el firme está en tan malas condiciones que uno de los vehículos pinchó en el camino.

Después de reparar el pinchazo y aparcar los vehículos en el reducido espacio que existe antes de llegar al refugio y que está cerrado por una cadena, nos dirigimos al mismo. El responsable del refugio se llama Jordi. Amanecimos a las 7,30 horas del sábado 18. El día se presentaba agradable y soleado.


Desayunamos y tras preparar el equipo, a las 9 horas iniciábamos la marcha desde el refugio, la cota de este punto era de 2.034 metros.
En las primeras rampas de subida dejamos atrás una fuente de agua potable y fuimos atravesando zonas de praderas donde pastaba el ganado, vacas y caballos con grandes cencerros en estas praderas se alternaban con algunas zonas arboladas con pinos.

El terreno, calcáreo presentaba numerosas piedras y escalones. De esta manera tras hora y cuarto de subida llegamos al paso de Gosolans 2.400 metros, donde existe una señal de marcación de caminos.

Nosotros habíamos subido por la ladera norte de la montaña y a partir de ahora llevaríamos una dirección este-oeste camino a la cima. Lo mas lógico, en este punto, era seguir el cordal que viene marcado como ruta 150.1, pero nosotros decidimos seguir un camino por la crestería, que bordeaba la ladera por su parte sur. Inicialmente tuvimos que descender un poco y luego continuar a media ladera por un terreno pedregoso.

Este trayecto fue largo hasta que finalmente llegamos a una fuerte pendiente con numerosas pedreras y piedra suelta que tuvimos que afrontar de forma directa; nos costó un poco pero de forma tranquila logramos superarla. Desde allí hasta el vértice geodésico de la cima la distancia fue corta y la pendiente casi inexistente.

Finalmente, a las 13,45 horas, después de 4,45 horas de ascensión, todo el grupo llegó a la cima de la Costa Cabirolera con sus 2.604 metros de altitud; la diferencia de nivel salvada había sido de 570 metros. Desde esta cima tenemos un magnífico mirador del Pirineo, se puede ver desde la Maladeta hasta el Puig mal, y entre estos la Pica d' Estats, algunos picos de Andorra, los de la Cerdaña, y el Capcir; a nuestra espalda el Pedraforca y la Gallina Pelada.
Destacar en la ascensión la preparación y pericia de los guías jóvenes de la SEMED/FEMAD, que dan seguridad y prometen asegurar un próximo futuro.


Nos hicimos una fotografía de cumbre y a las 14,55 horas iniciábamos el descenso. La primera dificultad que nos encontramos fue la bajada de la inclinada pedrera que habíamos ascendido antes de llegar al pico; con tranquilidad la superamos y luego seguimos por la ladera norte hasta llegar a un valle que tenía una caseta, 2.200 metros; desde allí subimos 200 metros hasta el paso de Gosolans. En la primera parte del descenso estuvimos escuchando y viendo la acción de un helicóptero de rescate en las paredes del Pedraforca.


Esta fue nuestra última parada antes de descender hasta el refugio de Prat D´Aguiló. El descenso fue incómodo dado que el camino presentaba, pendiente pedreras irregulares y numerosos y profundos escalones. A las 19,30 horas llegábamos al refugio; habían sido 4,35 horas de descenso y un total de 9 horas 20 minutos de marcha desde su inicio, habíamos hecho paradas para comer y para disfrutar del recorrido que alargaron el tiempo pero nos mereció la pena. Recogimos las cosas y ya en los vehículos descendimos hasta Martinet. Seguimos en dirección Bellver del Segre donde teníamos nuestro alojamiento para esa noche.

Amanecimos a las 7,15 horas del domingo 19, recogimos nuestro equipaje y a las 8 horas bajamos a desayunar. Finalizado el mismo, a las 8,30 horas iniciábamos el regreso a Madrid por el mismo camino de la llegada. Dos días de montaña inolvidables, por la ascensión, el paisaje y los compañeros.

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